El primer contacto que tuve con la actividad docente fue realmente difícil. Al no ser maestra de carrera me dí cuenta de que en algunos aspectos me faltaba preparación, sobre todo en pedagogía. Sin embargo, con el paso del tiempo me he dado cuenta de que tengo una gran vocación y que la oportunidad que tengo al estar frente a los jóvenes es invaluable. La docencia representa para mí un aprendizaje continuo, tanto para mis alumnos como para mí. Es fascinante tener contacto con los jóvenes, ya que me contagian su entusiasmo y su jovialidad. Me siento muy satisfecha cuando veo que contribuyo en la formación de mis alumnos, no sólo en el aspecto académico, sino también en el personal. Esto implica un gran compromiso que nosotros como maestros siempre debemos tener en cuenta, ya que estamos obligados a dar nuestro mejor esfuerzo puesto que somos un ejemplo para nuestros alumnos, y obvio es que debemos ser un ejemplo positivo. Debemos esforzarnos en prepararnos día a día, para brindarles a nuestro jóvenes una educación con calidad. Creo firmemente en los maestros mexicanos, ya que he visto las cualidades que tenemos: compromiso, responsabilidad, lealtad, honestidad y sobre todo, calidad y calidez humana.
Saludos. Ana María
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Buenas Noches Ana Maria
ResponderEliminarDespues de leer tu escrito, puedo ver que tambien comenzaste por el camino dificil, de aprender a golpes el oficio de ser docente, pero tambien noto que existieron las suficientes satisfacciones que te mantuvieron en el camino de la calidez, de la calidad de la capacitacion continua.
Hector